Sí pero no. A ver cómo salgo de esta. Servidor es culpable de estar
en permanente sospecha respecto a los Mambo Jambo. No solo me declaro
fan incondicional de la banda (quizá el único combo instrumental que ha
logrado seducirme al cien por cien) sino que además colecciono buenos
amigos en sus filas. Hasta ahí la cosa va más o menos por el camino
adecuado, pero vamos al conflicto: ¿cómo enfrentarme a un disco que debo
y puedo pero no quiero criticar? Será cuestión de cargarme de razones.
Si lo consigo minimizaremos el efecto. Y allá que vamos.
Son los catalanes banda curtida, explosiva y con poco que negativizar
en su propuesta. Sus conciertos se cuentan por éxitos. Los promotores
de los festivales los quieren con ellos y cuando lo consiguen se
arrepienten de colocarlos en escenarios pequeños. Nadie sale
defraudado de sus directos, es más, la gente vuelve, y vuelve, y vuelve.
Y su público crece exponencialmente igual que la banda en directo pero,
ay, y ahí está el tema, no sucede lo mismo en el estudio. Ya
han tenido suficiente tiempo desde la edición de su primer larga
duración y algún que otro EP para asentarse en la sala de grabación,
pero su trabajo en las cabinas sigue estando demasiado lejos del que
realizan sobre las tablas. Y eso no se lo podemos permitir. No, porque
sabemos que son capaces de más, de mucho más. No podemos permitirnos que
los Mambo Jambo cuando se meten en el estudio sean una banda más,
notable, pero una más. Porque sabemos que son únicos y ellos mismos se
encargan de demostrárnoslo cada noche.
El disco es oro pero nosotros queremos platino. Buscamos más. Es
cierto que el saxo de Dani Nel-lo suena tan bien como siempre, que la
guitarra de Mario Cobo es reconocible allá donde se cuele, que el
contrabajo de Ivan Kovacevic no es solo el mejor de Europa sino quizá
mucho más y que la batería de Anton Jarl se entiende con él como pocos.
Pero a pesar de ello no pueden evitar transmitir cierto aroma a amateurismo que ni deben ni pueden permitirse ya. Un paso más y lo tendrán, pero hay que darlo y eso quizá es lo más difícil.
No entraré a hablar de cada tema aquí incluido, ya tienen ellos el
detalle de hacerlo en la contraportada de un disco que por cierto edita
Isotonic Records, disquera mexicana en manos de Juan Moragues (Lost
Acapulco) y el cotizado ilustrador Dr. Alderete. Copias rojas, azules y
negras. Una delicia para el coleccionista. Una joya de compra obligada con algún pero, ya saben, y si me permiten cambiar el orden para acabar, no pero sí.
Reseña publicada por Efe Eme
Sonando: Sombras del Este de los Mambo Jambo
No hay comentarios:
Publicar un comentario