lunes, octubre 03, 2011

Ryan Adams, dejando atrás la incontinencia creativa

Ryan Adams ha vuelto. Y no lo digo sólo porque tenga nuevo disco, sino porque me parece que este Ashes & Fire confirma los claros síntomas de recuperación que apuntaba su última obra. Adams seguirá provocando discusiones. Sus defensores seguirán viéndole como el paladín del country alternativo, mientras sus detractores no podrán evitar revivir su imagen de niño malcriado. Eso es así. Pero este disco puede hacer cambiar la opinión de muchos de los que se habían cambiado de bando.

Para empezar, el amigo Adams parece haberse dado cuenta de que eso de la incontinencia creativa no iba a depararle nada bueno. Por eso el disco transmite una sensación de coherencia y trabajo invertido que se echaba en falta en sus anteriores aventuras. Aquí no parece que nos han “planchado” todo lo grabado sino que se ha podido escoger y eso, cuando se habla de un artista del talento del susodicho (y eso es innegable), tiene que llevarte a buen puerto. Así, este decimocuarto trabajo del hombre en el que muchos vieron al futuro Bruce Springsteen transita entre canciones llenas de penumbra, niebla y sonidos acústicos. Ryan se ha alejado de volúmenes altos y canciones estridentes, quizá provocado por la enfermedad en el oído que ha sido la máxima culpable de estos últimos dos años sin noticias suyas. Pero como no hay mal que por bien no venga, el de Jacksonville ha dedicado ese tiempo a casarse con Mandy Moore y, sobre todo a dedicarse a la composición al cien por cien. Esas circunstancias han dado como resultado estas once canciones (¡por fin un disco corto del tipo!) melancólicas a las que han dotado de dulzura la producción de Glynn Johns, la presencia de Norah Jones en los coros y hasta la voz de su mujer. Que a estas alturas sea candidato a ser uno de los discos del año, dice mucho en su favor…

Sonando: Chains Of Love de Ryan Adams

3 comentarios:

sanfreebird72 dijo...

Totalmente de acuerdo. Buen disco, me soprendió recuperar a Ryan.
Saludos

Redacció dijo...

Aun no lo tengo muy escuchado, pero a mi me ha dejado un tanto frío. Sí, todo muy correcto, muy cristalino y bonito, pero no le veo, de momento, la sangre y la pasión al interpretar. Sin querer comparar, me quedo cienmil veces con el Mockinbird Time de los Jayhawks, ahí si hay chicha.
Saludos Edu.

Eduardo Izquierdo (aka Edu Chinaski) dijo...

Ostras Chals, pues yo casi me arriesgo a decir que como obra completa es su mejor disco y el de los Jayhawks el peor ¡qué grande es esto de las opiniones!

Un abrazo