En una semana tan dylanita como esta, en la que el de Duluth cumple los 70, servidor anda pinchando continuamente un disco más “neiler” que otra cosa. Curioso cuántos nuevos dylans aparecen y qué pocos youngs. La cosa es fácil. Cantautor con algo de raíces equivale a nuevo Dylan. Ecuación de primer grado resuelta. El tema se complica cuando te encuentras con cabezones como yo que, a pesar de ser un dylaniano (término nunca empleado pero quizá más adecuado y menos sectario que dylanita) empedernido, veo otras influencias en los discos que me llegan. Y la de Neil Young es evidente en muchos casos. El último con el que me he cruzado es Israel Nash Gripka, al que reconozco que no presté mucha atención en 2008, cuando debutó con New York Town. Ahora que regresa con Barn Doors & Concrete Floor se ha producido esa conjunción necesaria para que un disco se te clave muy dentro, y ahí estoy. Se hace acompañar por una banda que acaban de editar EP, The Fieros. Por cierto, nada que ver con el sonido que sacan a relucir cuando se acercan a Gripka. Lo suyo es power pop, en esencia y en contenido. Gripka ya amenazó con hacer un discazo cuando adelantó desde su página web el temón que era “Black Mountain”. Un tema que, por cierto, no ha incluido en la edición final del disco. Ay, pero las que sí están son “Louisiana” o “Baltimore” (si el tito Neil hubiera metido dos temas como estos en su último disco nos estaríamos rebozando en el barro de gusto). Y “Drowns”, “Bellwether Ballad” o “Four Winds”. Un disco que le ha de encantar, sí o sí a gente como Jaime Anglada o Quique González, ambos músicos, o a bloggers como Joserra Rodrigo, Manel Celeiro o Alfred Crespo. A riesgo de que, si no lo hace, les pueda llegar a retirar la palabra.
Sonando: Drowns de Israel Nash Gripka
1 comentario:
A mi el anterior me gustó mucho, vamos a catar este!
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