El bueno de Quique González está esta semana de fin de gira. Tres bolos en Madrid. El primero ayer. Hoy y mañana los otros dos. No sé lo que andará haciendo, aunque me lo puedo imaginar. Sólo con que haga la mitad de lo que ofreció en Barcelona hace apenas diez días arrasará. Quique es un grande. No tengo duda de ello. He dejado pasar los días desde el concierto en el Palau de la Música para poder ser algo más objetivo cosa que, tratándose de él, me cuesta mucho. Pero creo que ahora ya ha pasado tiempo suficiente y que puedo hacer este tipo de afirmaciones desde la frialdad que otorga el paso de los días. Es que el tío se sale. Y lo hace por su sencillez y por su honestidad. Pero no sólo por eso. Porque se puede ser muy sincero y honesto pero si eres un músico del montón no puedes conseguir meterte en el alma del oyente como hace Quique. Se han de tener también canciones poderosas como puños, actitud, ganas, una buena banda, buena gente detrás que te quiera y calidad. Él lo tiene todo, y por eso te araña la piel. Incluso llega algo más lejos. Traspasa la epidermis para situarse, con su voz y sus canciones, allí donde se esconden los sentimientos. Donde uno se duele, se ríe o se llora las penas. Vayan a verlo. Aún están a tiempo. Y si no, tendrán más oportunidades. Le queda mucho recorrido aún, por suerte para nosotros.Sonando: Su día Libre de Quique González
1 comentario:
Apoyo la propuesta. No se lo pierdan. Aunque toca un poco los webs verlo rodeado de niñas alteradas y lo prefería en sitios pequeños, hay que ser objetivo, sus letras, su música y la sensibilidad que se gasta el dagal, es de lo mejor que se puede ver a estas alturas por estos pagos. Aunque es difícil hablar de objetividad si lees el nombre de mi blog. En fin, hay músicos o escritores con los que conectas desde el primer instante, de los que consideras amigos de los buenos, de los que nunca defraudan, de los que parece que te hablan cara a cara, tomando una caña.
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