DPND: Wilco - A.M.

Vuelven Wilco a Discos Para No Deprimirse, y esta vez lo hacen en solitario y para defender un disco habitualmente denostado pero que a mí me parece una de las piedras filosofales de un género luego explotado hasta la saciedad. A.M. es un gran disco. Así lo pienso y así lo digo. Vamos con él.

Publicado el 28 de marzo de 1995, el álbum supone el debut como banda de Wilco, tras la separación de Uncle Tupelo, aunque hay quien considera que Anodyne, último disco del grupo bicéfalo liderado pro Jeff Tweedy y Jay Farrar, es el germen de todo. Y no les falta razón. Porque en Anodyne está la base que grabará este disco y que se convertirá en Wilco. Tweedy, Ken Coomer a la batería, John Stirratt al bajo y Max Johnston tocando lo que haga falta. A ellos se les unirá gente como el Bottle Rocket Brian Henneman para dar forma a un disco que define a la perfección el rock americano de los 90. Un trabajo que empezó a gestarse en los Easy Studios de Memphis, un lugar en el que Tweedy se empeñó en grabar porque había oído grabaciones de Jon Spencer hechas allí y que le habían encantado. Además, para intentar cambiar lo que pasaba en Uncle Tupelo, Jeff pide al resto de la banda que se implique en la composición y, aunque al final sólo «It’s Just That Simple» aparece firmada por Stirratt para dejar a Tweedy el resto del protagonismo, el cantante sí que consigue la participación de todos en la producción dirigida por Brian Paulson. Tampoco hay que olvidar las remezclas que Richard Dodd hizo a posteriori del disco y que lo acabaron de dotar de una personalidad propia.

Con un título que hace referencia a las estaciones de radio, una de las cosas que más me gustan de este disco es que sus detractores lo acusan de sencillo ¿Puede algo ser malo por sencillo? Hay que fastidiarse. Evidentemente que es sencillo. Nada que ver con los Wilco que se irían construyendo después pero eso es buena parte de su encanto. Lo jodido es que hasta el propio Tweedy acabó justificándose sobre esa sencillez aduciendo a que la culpa la tenía su excesivo consumo de marihuana. No andaba el bueno de Tweedy en sus mejores momentos de reafirmación personal por entonces. Todo eso hizo que el disco fuera recibido de manera fría llegando sólo al puesto 27 de las listas. Yo no lo entiendo ni lo entenderé hasta que consiga escribir canciones como «Shouldn't Be Ashamed» o «I Must Be High». Entonces igual pienso que esto es fácil y que deberían haberse complicado más la vida. Mientras tanto seguiré disfrutando de él y pensando ¿cómo lo haces Jeff?

Sonando: Casino Queen de Wilco