domingo, julio 12, 2009

El cantante

Siempre me impresionó la canción «El cantante» de Rubén Blades. Un tema que fue versionado, entre otros, por el gran Andrés Calamaro en su disco del mismo nombre. Y no. Quizá no es el arquetipo de canción que un redactor routier de pro reconocería entre sus favoritas. Pero sí de facto. Por lo menos en mi caso. Y más después del día de ayer. Porque hace unas 24 horas se iniciaba la grabación de las voces del segundo disco de Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski. Vamos, que entraba en escena el cantante y ese, amigos, soy yo. Ya me perdonarán Elvis Presley, Frank Sinatra o Billie Holiday, por citar algunos, la osadía de autosituarme en la misma categoría que ellos. Y aunque la canción de Blades refleja la visión o las confesiones de un cantante a su público, lo sentimientos que reúne en unas solas líneas reflejan perfectamente todas las sensaciones que puede sentir alguien al enfrentarse a un micrófono. Orgullo, osadía, tristeza, cotidianidad, esperanza, miedo, fuerza, ganas, valentía…Algunas opuestas, otras encontradas. Pero muchas sensaciones.

Suerte la mía de contar, de nuevo, con la producción del gran Álex Vivero (al que empiezo a cansarme de definir como ex Sol Lagarto y empiezo a considerar Chinaski en esencia y también en presencia). Porque él está allí. Y no se me ocurre nadie mejor para acompañarte. Cuando el micrófono te mira. Espera tu voz. Y tú empiezas a perder la seguridad con la que pretendías dársela ante la soledad de una sala en la que sólo te acompañan cuatro cables, una batería desmontada y un atril con tus letras. El productor te anima. Te trata con dulzura y te da ánimos. Te pide nuevas tomas. No porque las anteriores hayan sido malas sino “por tener más”. Tú estabas seguro de que lo ibas a grabar todo a la primera. Pero esa seguridad se desmorona. La voz ya no fluye tan fácil. La garganta empieza a doler, igual que el estómago. Pero eres el cantante. Y cantas “a la vida de rosas y penas, de momentos malos y cosas buenas”. Por eso te creces de nuevo y encaras tus mejores tomas. Las más sensibles. Y a la vez las más poderosas. Enrabietado. Salvaje. Pero tierno. Encajando lo que te pide el productor. Siguiendo sus consejos. Ansioso por enseñar al micrófono tu voz. Lo que puedes hacer. Sin preocuparte de que eso, algún día, estará en manos del comprador del disco. Porque yo soy el cantante. Y “el público paga para poderme escuchar”. El producer sigue pidiendo. Más dulce. Interpreta más. Déjate llevar. Respira. No acortes tanto las líneas de voz. Siente más y olvida la afinación. O recuerda la afinación al final de las frases. Todo por el bien del disco. De la canción. Y el cantante se hace fuerte. Un coloso. Se deja llevar. Y casi se olvidad de quien es. Sólo deja que la música fluya. Y empieza a disfrutar. Ya no sufre. Goza. Se deleita. Cierra los ojos y canta. Porque aunque entonces no lo recuerde, él es el cantante. Y “a los que me siguen mi canción voy a brindar”.

Sonando: El cantante de Andrés Calamaro

4 comentarios:

TONI dijo...

Precioso post, clavas esa sensación cuando se cierra la puerta de la cabina de grabación y sólo ves al "amiguete" por la ventanita esa y escuchas sus instrucciones por los cascos a la vez que ves como gesticula dando ánimos.
Hace años que no grabo, espero volver en breve, pero realmente me lo has hecho recordar y has conseguido que aflorara una sonrisa de nostalgia.

Almond dijo...

Sol lagarto, he leído? Vi algunos de sus conciertos con Álex a la guitarra. Que bueno es este tío, con las cuerdas. En los dos últimos conciertos ya no estaba... En fin. Espero que continue con otros proyectos musicales, porque vale la pena verlo.

Saludos.

Eduardo Izquierdo (aka Edu Chinaski) dijo...

Toni: Te agradezco que me digas eso....

Almond: Bueno Álex sigue con muchos proyectos y uno son nuestros Chinaski.

Guillem Cunill dijo...

me ha llamado alex, le duele la cabeza, ha cogido la baja...

je je

la verdad es que la sensación del rec, es compicada de contar, mucho más cuando el instrumento que usas son tus cuerdas vocales y no un bajo o una guitarra, es ahí cuando te das cuenta, aún más de tus propias limitaciones, miedos, ilusiones, etc

ganazas de oirlo brodel !!

chinaskis rock's !