Vaya por delante que no tengo mucho tiempo para leer. De lo contrario no tendría este problema. Y es que, como dije hace unos posts, estoy leyendo Las Ovejas de Glennkill de Leonie Swann pero encima de la mesa tengo la biografía no autorizada del amigo Keith Richards, editada recientemente por Global Rhythm. En otra época la cosa sería clara. Estaría leyendo los dos a la vez. Pero ahora mismo el tiempo no me permite leer dos cosas al mismo tiempo. Eso me plantea que hacer en las vacaciones que empiezo mañana. De “las ovejitas” llevo unas 100 páginas porque leo a un ritmo mucho más lento que habitualmente. Eso significa que llevo un 25% de la novela. Por otro lado tampoco me gusta leer las cosas por obligación, por “tener que hacerlo”. Pero también me da rabia dejar libros a la mitad porque luego me motiva poco volver a empezarlos. Y menos si, como éste, se me hace entretenido y divertido de leer. Pero por otro lado, leer las desventuras del amigo Kiz se me hace tan atractivo.....No es un dilema existencial. Lo tengo claro, pero pensar en la solución me mantiene alejado de la ansiedad de que lleguen ya las vacaciones o de acabar el disco de los Chinaski ¿será un stone la respuesta? ¿o lo será una oveja lanuda?
Sonando: Wicked As It Seems de Keith Richards
2 comentarios:
Yo ya le he hincado el diente a la Bio y promete.
saludos
Bufff..Yo me lanzaría a por el de KIZ de cabeza...Un saludo.
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