El canadiense es de
esos músicos que por estatus podría vivir de réditos. Nadie iba a atreverse a
acusarle de hacer un mal disco o de bajar el nivel. Pero lejos de conformarse,
álbum tras álbum mantiene sus constantes vitales por todo lo alto. Popular
Problems es la prueba de ello. Nueve canciones en 36 minutos son suficientes
para tener esa sensación del “lo ha vuelto a hacer”. Aunque eso sí, no nos
equivoquemos, quien no haya entrado ya en el universo del judío no va a hacerlo
con este disco cargado, una vez más, de canciones densas, reflexivas.
Acompañado por una banda que cumple su objetivo y unos siempre efectivos
arreglos de voces. Poesía musicada. Lo de siempre, vamos. Y tan bien como
siempre. Incluso cuando se medio transmuta en su colega Neil Young en «My Oh
My» lo hace a lo grande. A lo que es.
Reseña publicada en Mondosonoro de Noviembre de 2014
Sonando: My Oh My de Leonard Cohen
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