Salir en Barcelona a ver
un concierto la noche que se inicia el Primavera Sound no deja de ser curioso.
Y más si coincide con que tu barrio está sitiado y con revueltas constantes por
motivos que todo el mundo que haya abierto un periódico recientemente conoce de
sobras. Una noche en que sabes que miles de personas llenarán un recinto
simplemente porque alguien les ha dicho que han de estar allí. No puede ser de
otra manera. Porque no. Me niego a creerme que de las 180.000 almas que dicen
se esperan en el Festival de marras, no haya al menos un millar (hablo de menos
del 1%) que semanalmente no encuentre motivos para desplazarse a un club. El
problema es que nadie les dice que ir a los clubes es “guay”, “Mola”. Porque
muchas de las bandas que además poblarán el Primavera han pasado ya por la
ciudad en formato más pequeño y, probablemente, convivieron con salas medio
vacías. Pero probablemente eso no vende. Es más cool el dichoso selfie con la
foto de un escenario patrocinado por alguna marca de cerveza detrás o poder
contar el frío que pasaste al lado del mar mientras un grupo del que nunca
habías oído hablar (y por el que nunca volverás a preocuparte) te volaba la
cabeza.
Y con esas te plantas
en el bendito Rocksound. Ese poblado de Astérix que queda en la ciudad. En
permanente lucha con los romanos. Y te das cuenta de que es cierto; el Primavera
ha ayudado a la ciudad y ha hecho que una veintena de guiris se acerquen a la
sala, a convivir con los de siempre y, por lo tanto, a que el promotor salve la
noche. Y además la música fluye que, al final, es lo que interesa. Al menos a
nosotros. A los guiris no lo tengo tan claro. Danny & The Champions of the
World hacen un bolazo de campeonato, nunca mejor dicho. De los que no se
olvidan. De los que pocas veces se ven en el Primavera. Y entonces miras tu
entrada y ves que has pagado 15 €uros por él, y que otros han pagado más de
diez veces más, simplemente, por salir más guapos en la foto y decir, que no
demostrar, que les gusta el rock. Así somos.
Sonando: (When it’s) Springtime in Alaska
2 comentarios:
El postureo acabará con nuestras vidas, querido Eduardo. Un abrazo.
gran concierto ayer. Y un placer conocerte !!! un abrazo,
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