Lo cierto es que nunca me ha interesado en exceso la música de Daniel Johnston. Demasiado psicótica e histriónica para mí, pero su historia y en concreto el visionado del documental The Devil and Daniel Johnston de Jeff Feuerzeig era algo que tenía pendiente. Hace años que poseo el documental pero debía encontrar el momento adecuado para verlo. Y ese momento llegó hace unos días. Sabía que si no era así no me gustaría y en cambio, la espera me ha convertido en fan de la historia de ese hombre atormentado por un amor no correspondido, una mente enferma y unos agresivos viajes de LSD.
Es la de Johnston una historia, ante todo, triste.
No hay más que ver a su padre explicando entre lágrimas cómo en un viaje en
avioneta su hijo quitó las llaves del contacto y las tiró por la ventanilla
obligando al viejo a hacer un aterrizaje forzoso que casi acaba con sus vidas.
Mientras, su madre mira las fotos que le tomaron a Daniel justo después del
accidente asegurando que estaba feliz porque creía haber hecho algo divertido.
Víctima de diversas enfermedades mentales, que van de la bipolaridad a la
esquizofrenia o a desórdenes maníaco depresivos, es acongojante ver como sus padres
aseguran que intentan que duerma el máximo de horas posibles al día para que
así sea menos peligroso.
Johnston grabó parte de su vida y de su carrera en
cintas de casette y eso nos lleva a tener un material sobre ella inmenso y muy
impactante. Su obsesión por el demonio, sus altibajos emocionales, la
admiración que sentían por él gente como Nirvana (Kurt Cobain llevaba a todas
partes una camiseta suya) o Sonic Youth, las actuaciones en que se derrumbaba
llorando en el escenario….Todo en este documental está hecho para aflorar los
sentimientos hacia alguien que, curiosamente y como paradoja dadas sus
obsesiones hacia el averno, ha hecho vivir un infierno a los que le rodean.
Dotado de un talento inaudito para el arte, sea el dibujo o la música, pero
carcomido por sus propios demonios. Si aún no se han acercad a él aprovechen
para verlo. The Devil and Daniel Johnston,
un documental de esos que dejan huella.
Sonando:
Wild West Virginia de Daniel
Johnston
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