No
puedo evitarlo. Las dos canciones que abren el nuevo disco de Josh
Rouse me recuerdan irremisiblemente a Jorge Drexler ¿Me he vuelto loco?
Pues escuchándolas una y otra vez creo que no ¿Es eso malo? Pues
tampoco. Drexler es un espléndido compositor e intérprete pero no es lo
que yo espero de Rouse. La cosa cambia con “New Young” y nos acerca, de
nuevo, a texturas más próximas al de Nebraska (cuando no le da por
tornarse mediterráneo). Entonces “esta surrealista terapia de un
expatriado”, como el mismo ha definido el larga duración, ¿es un mal
álbum? Pues la respuesta también es negativa. Hay arreglos bonitos, algo
marca de la casa, referencias evidentes a Glen Campbell y a Bob Dylan, y
un montón de buenas intenciones. Lástima que la losa de“Nashville” y “1972” siga siendo tan pesada. Y es que todavía quedan muy lejos aquellos tiempos de bonanza.
Reseña del disco The Embers of Time publicada en Mondosonoro.
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