Soy asiduo a las revistas sobre rock, ya lo saben. Comprador habitual de algunas y (h) ojeador de muchas. El otro día aprovechaba la buena costumbre que tienen las bibliotecas municipales de tener revistas musicales para echar un vistazo a algunas de la competencia. Llego a la sección de discos y encuentro la reseña del Ashes & Fire de Ryan Adams. No recuerdo quién la firmaba, pero es lo de menos. Es una opinión y como tal, respetable. Como mínimo igual que la mía. Dice que el disco no le gusta, que flojea y creo recordar que acaba utilizando la expresión “naufragar” para definir este último intento de Adams. El que para mí es uno de los discos del año. Tras todo eso otorga una puntuación numérica y le da al disco un 7. Bien. Pienso que no es acorde la reseña con esa puntuación, pero sigo adelante y me encuentro con la de Number Seven, el último disco de mi admirado Will Hoge. Tampoco recuerdo quién la firma, pero vuelve a ser poco relevante. La cuestión es que dice que el disco es una maravilla, que está bien cantado, bien tocado y que Will vuelve a no fallarnos. Estoy de acuerdo. Llega la puntuación numérica. Y le pone un 7.
A ver ¿me lo explica alguien? Prefiero pensar que los baremos no varían según el músico. Eso sería feo ¿no? Sí, sí, ya sé. Son personas diferentes y sus escalas de valores, por lo tanto, también lo son. Compro, pero a medias. Porque ellos serán personas diferentes pero la revista es la misma. Por tanto, si puntúan los discos quiero una confianza y una coherencia. Si no, eso no me sirve de nada. Entonces se me aparece una visión. Alfred “Coco” Crespo baja de los cielos y me dice “ves, hijo mío, yo tenía razón”. Una vez más. La tenía. Coco, tan poco amigo de las listas de lo mejor del año como de las puntuaciones a los discos... Entonces entiendo sus motivos para no dejar que en el Ruta haya puntitos o estrellas en los discos. Y me prometo no pedirlo nunca más. Eso sí, mi lista con lo mejor del año no hay quien me la quite. No he podido curar aún mi Rob Gordon síndrome…
Sonando: A Certain Girl de Warren Zevon
5 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, colega. Eso de puntuar los discos siempre me ha parecido una gilipollez. Le pones un numerito y, hala, ya tienes la crónica, porque lo que opines sobre el disco no vale nada, todo el mundo se va a fijar en el dichoso número y así lo va a comentar con sus colegas: "¿Sabes que la revista tal le ha puesto cinco estrellas sobre cinco a tal disco? Hostia tú, pues habrá que pillarlo, ¿no?". En fin, mucho me temo que el numero de marras ya viene puesto en el disco de promoción que le pasan a las revistas. Si no, no se explica las buenas críticas de ese engendro llamado Lulú. Es inexplicable. Saludos pecador....
Servidor es tanbién contrario a las puntuaciones o estrellitas. El texto de la reseña tiene que ser suficiente.
Un saludo
A mi los puntitos me tocaban bastante los cojones cuando tenía que hacer alguna reseña, que creo que es para la revista que apuntas. Pienso que es mejor dar una idea global del trabajo.
Saludos
Las listas y los puntos son costumbres que nos alejan del matiz, por tanto perversas. No sé si inevitables, pero cada vez me gustan/dicen menos.
Saludos.
JA, JA, JA, JA, JA,.... "QUE MALO ES ÉSTE DISCO... LE PONGO UN 7" O BIEN: "ESTE DISCO VA A SALVAR AL ROCK & ROLL, LE PONGO UN 7". JA, JA, JA, JA,... ES DESCOJONANTE. SIENTO DECIRLO AQUÍ, PORQUE SÉ QUE TÚ ESCRIBES EN ALGÚN MEDIO, PERO LOS REDACTORES DE REVISTAS SOIS LA LECHE EN POLVO. LAS OPINIONES DE LA MAYORÍA NO TIENEN NI PIES NI CABEZA. SEA LA REVISTA QUE SEA. OYE, ¿Y QUE TE PARECEN ESOS QUE PONEN PUNTUACIONES EN PLAN "7,95", O "6,25"? PORQUE LOS HAY, ¿EH?. ¿QUE DEMONIOS SE LES PASARÁ POR LA CABEZA PARA PONERLE A UN DISCO UNA PUNTUACIÓN DE "7,45"?. LO DICHO, LA LECHE EN POLVO. SALUDOS, MASHOTES.
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