jueves, enero 22, 2009

Mis 20 discos (nacionales) del 2008 (parte II)

Acabo mis listas con lo mejor del año 2008 en el apartado nacional. y sí, me he resistido a ponber el disco de Los Hijos Bastardos de Henry Chinaski por respeto a los músicos de este país. Espero que otros lo incluyan en sus listas si creen que lo merecemos.

1. Depedro – Depedro

Que Calexico sea tu banda de acompañamiento ya te coloca en un nivel más que alto. Y si encima las canciones son aceptables tienes mucho riesgo de estar en los primeros puestos de cualquier lista. Eso, si dejamos de lado amparanoyismos que la gente se empeña en echarle en cara, convierte a este en mi disco del año. Pero es que aquí las canciones más que aceptables son buenas. Sobran cosas, puede. Pero las que hay están tan bien hechas...Buen debut y esperaremos a ver qué pasa cuando los de Tucson no estén ahí detrás. De momento yo he disfrutado con este como un cosaco.

2. Les Philippes – Odisea Ultramarina

Mi gran sorpresa del año. Pugnando por el primer puesto. Preciosas melodías, grandes letras. Resultones y buenos ejecutores. Dentro de este disco hay mucha lírica pero bien entendida. Tonadas redondas bien cantadas. Temas variados. Instrumentos bien colocados. Buena producción. Bonito, bonito.

3. Nacho Vegas – El Manifiesto Desastre


Este disco ha logrado que, por fin, pueda oir tranquilamente a Nacho Vegas. Anteriormente era sinónimo de plomizo para mí pero reconozco que este Manifiesto Desastre es soberbio. Las mejores letras del año, sin duda. Rancheras incluídas.


4. Jose Ignacio Lapido – Cartografía

El gran desconocido. Pocos son los que llegan a sus discos pero los que lo hacen se rinden ante sus melodías y sus extraordinarias letras. Reivindicado por muchos, reconocido por pocos, Lapido sigue ahí, dando el callo. Y este disco es otra abra magna que unir a su excelente discografía en solitario.

5. M-Clan – Memorias de un espantapajaros

Carlos Tarque y los suyos, con Raya dejando las guitarras y centrándose en la producción y con un tema tan bonito como «Roto por dentro» en cabeza. Más de lo mismo. Aunque varios peldaños por encima de sus discos anteriores. Desde Usar y tirar no los veíamos tan compactos y con canciones tan afianzadas. Una buena noticia.


6. Christina Rosenvinge – Tu labio superior

La Rosenvinge vuelve al castellano y lo hace con su escudero y amigo mío Charlie Bautista al lado. Para mí sus mejores canciones en año. Intensas, susurrantes como siempre pero pegadizas como ahce tiempo no le veíamos. Apartarse un poco de Ranaldo & Co. le ha hecho más bien que mal, musicalmente.

7. The New Raemon – A propósito de Garfunkel

Una de mis sorpresas nacionales del año es este preciosista disco de The new Raemon con uno de los títulos más bonitos que me he echado a la cara. La canción de ese nombre, además, es soberbia. Dice muchas cosas como tú querrías decirlas y eso tiene mucho mérito.


8. Bunbury – Hellville Deluxe

Mi disco favorito del polifacético Enrique Bunbury es este Hellville Deluxe. Tiene de todo y todo bien hecho. Que sí, que Enrique o te cae bien o te cae mal, no hay término medio. Pero yo estoy más inclinado hacia el bien. Copia a Morrison, Dylan o Waits, sí. Pero también copia a los buenos. Otros no saben hacerlo tan bien.

9. Miguel Ríos – Solo o en compañía de otros

Ha vuelto el nombre supremo del rock patrio. Y lo ha hecho por la puerta grande, demostrando que puede ser tan actual como músicos 30 años más jóvenes que él. Que haya recurrido a canciones de Quique González o José Ignacio Lapido no hacen sino demostrar por qué es un grande.


10. Deltonos – Buenos Tiempos

Segunda aparición de Hendrik Roever en mi lista de discos nacionales del año. Quizá este trabajo no tenga el mismo calado en mí que GT, pero desde igualmente lo considero un disco de alto octanaje. Si a eso le unimos lo agradable que es charlar con el dueño de Guitar Town, más que merecido este puesto.

Sonando: Country Love de The Gourds

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