Llueve. Y eso unido al estrés de los últimos fines de semana hace que me plantee muy seriamente la posibilidad de hacer algo: no hacer nada. De hecho ya lo tengo decidido. Necesito un descanso. Mi cuerpo, y sobre todo mi mente, me lo pide a gritos en forma de estrés negativo (ya sabemos eso de que todo el estrés no es negativo). Pues el mío sí. Por eso voy a dedicar una buena parte de este fin de semana a descansar, a oír discos y a ver algunos capítulo de alguna serie en televisión (Prison Break, Lost, Alias....). También debo prepararme mentalmente para el estrés de las fiestas navideñas, las idas y venidas a casa de familiares, los regalos que no te apetece hacer junto con los que sí te apetecen, la comida de empresa, etc, etc. Todo eso ha motivado que el fin de semana se presente más tranquilo que nunca y, lo que es más importante, sin ningún problema o conflicto en el horizonte. Disfrutar de un poquito de paz, nada más. Eso es lo que quiero.
Sonando: San Francisco de Lucero
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