Vuelta al tajo. La vida
parece haber decidido tomarse trazos de normalidad, aunque está en manos de
cada uno (siempre es así) ir buscando esas pinceladas de excepcionalidad que
dan chispa a la existencia. Evidentemente, mis chispazos más luminosos los dan
mis hijos y mi mujer. También mis amigos. Ayer mismo viví uno de ellos con una
tarde de esas destinadas a quedar mucho tiempo en la estantería de los buenos
recuerdos. Y, por supuesto, la música, la lectura, el cine…Este verano he leído
mucho y, aunque he escuchado menos música de lo habitual, no he podido dejarlo
del todo. El adicto siempre vuelve a su adicción. Como decía Cash, nunca se
cura. Como avance, he podido meterme a fondo en el buen homenaje que Eric
Clapton ha dedicado a su ídolo JJ Cale con gente como Tom Petty o John Mayer,
he descubierto por sorpresa el buen disco de El Meister, me he empapado de la
revisión del Bitter Tears de Cash a
cargo de gente como Emmylou Harris o Rodney Crowell, he empezado a entrar en lo
nuevo de Elliott Brood, he confirmado que el de Petty me parece un disco
excelente, he ido alternando los singles de Shooter Jennings y Ryan Adams (cómo
espero su disco), he descubierto el rock’n’blues agresivo de Benjamin Booker y
me ha encantado y he disfrutado con la vuelta de Brian Setzer al rock and roll
más clásico. No está mal ¿no?
Sonando: Troubled
Man de John Mellencamp
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