lunes, agosto 24, 2009

Memorias de un amante sarnoso

Finalmente, como ya dije por aquí, opté por elegir la biografía no autorizada de Keith Richards como mi libro de verano, dejando de lado Las ovejas de Glenkill. Y ahora me ha pasado lo que me suele pasar cuando dejo un libro apartado, sea cual se el motivo. Y es que luego debo esperar, de nuevo, a que me apetezca leerlo. Y nunca suele ser a continuación. Pues eso es lo que ha pasado, una vez más, y por ello me he inclinado por el libro de Groucho Marx que me faltaba por leer: Memorias de un amante sarnoso. Una selección de relatos en forma de autobiografía que, la verdad, me hacen reir mucho. Groucho era un genio y no sólo lo demostró en sus películas sino también en su cosecha literaria. Son libros de fácil lectura, rápida incluso, pero llenos de ingeniosas ocurrencias que, por lo menos a un servidor, le hacen mucha gracia.

Por cierto y aunque no venga a cuento, confirmo que el disco de Tom Russell con Calexico como banda es soberbio. Una auténtica maravilla. Seguro que estará entre mis diez favoritos del año.


Sonando: Es todo lo que tengo y es todo lo que hay de Lisandro Aristimuño

3 comentarios:

NSyn dijo...

ok, me lo apunto, pero las ovejas de Glenkill, son peculiares y el libro esta muy bien.De Calexico, no conozco, asi que tambien tomare una nota.

Anónimo dijo...

Viva Freedonia!

Eduardo Izquierdo (aka Edu Chinaski) dijo...

Sí, las ovejitas son peculiares, je,je.....

y que viva Freedonia.....