Tengo una amplia colección de discos. Muy amplia me atrevería a decir. Mis CDs pasan de los 2000 y mis vinilos de los 400. Y creciendo. A pesar de eso. A pesar de toda esa música concentrada, nada me hizo sentir tantas cosas como el sonido que oí ayer. Mi mejor disco. Ayer oí el corazón del bebé que esperamos Rakel y yo. Por primera vez. Rapidísimo. Como si estuviera emocionado de hacerse oir para nosotros. Veloz. Trepidante. Mientras yo me agarraba a la camilla en la que Rakel miraba fijamente a la pantalla de su ecografía. Allí estaba. Con apenas 6 milímetros. Doin the Boom Boom que diría Eli “Paperboy” Reed. Supremo. Sentí paz y a la vez nerviosismo. Miré a Rakel y supe porqué estaba con ella. Por hacerme feliz a cada momento. No la besé por la presencia del médico. Y porque tengo cientos de años para seguir besándola. Porque siempre estará a mi lado. Porque ella es mi chica.Sonando: Doin The Boom Boom de Eli "Paperboy" Reed
