Más en forma que nunca, Tom Waits apareció sobre el escenario cinco minutos antes de las diez de la noche. En el ambiente se respiraba todo el nerviosismo que merecía la ocasión. Íbamos a ver a Tom Waits. Para muchos, la mayoría, era la primera vez. Unos cuantos repetían del día anterior. Y para otros, entre los que me encuentro, suponía el estreno ante el poeta de los suburbios. El principio fue descomunal con un Waits desplegando ese vodevil sonoro inimitable que lo hace único a nuestros oídos. Daba igual lo que tocara. Daba igual que no hiciera concesiones a sus discos de los 70, por ejemplo. Dios se había emborrachado y estaba cantando para nosotros. Oscuro, terso, pero profundo hasta las entrañas. Sabe que lo suyo es inigualable pero se entrega como si lo desconociera. Nos transforma, nos lleva a parajes que nunca habíamos recorrido y nos asciende hasta cortantes sentimientos.
Pocos momentos sobresalieron por encima del resto. Todos eran demasiado bonitos, pero también demasiado grotescos a la vez. Quizá "Hold On", "Innocent When You Dream" con todo el público cantando, "Lie To Me" o "Down In The Hole". Pero tan solo es por nombrar algunas. Cualquier canción de la velada de ayer era una perla caída en un mugriento vaso de bourbon. Da igual que Waits ya no beba. Sus canciones nos transmiten tantas cosas que es difícil no dejarse llevar a ambientes decadentes, llenos de sombras y personajes de dudosa reputación, pero llenos de alma. Pasó la bestia, rugió y nosotros nos limitamos a quedarnos con la boca abierta. Poco más se podía hacer.
Sonando: Innocent When You Dream de Tom Waits
1 comentario:
Y supongo que tu a DR. DOG!
Por cierto.. ahora mismo Black Gladiator de Bo didley me tiene pillado. Y tenéis que escuchar TEXAS TORNADO de Big Billy Bronzy, me eriza la piel!!!!!
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