jueves, septiembre 29, 2016

Cody Jinks no es el demonio



Caí en las fauces de la música del tejano Cody Jinks a partir de un disco titulado Adobe Sessions, publicado el pasado 2015, aunque diría que yo los escuché a principios de este año y de él hablé en esta bitácora. Ya hablé de su excelente capacidad para contar historias y, sobre todo, para implicarse en temas espinosos, en los que no duda en tomar partido. Lo que no esperaba es volver a tener noticias de él tan pronto. Pero sí, y además son buenas, porque ha vuelto a grabar y a poner en circulación otro trabajo espléndido que responde al título de I’m not the Devil.

Para empezar, el primer avance que se filtró del trabajo en las redes fue una versión del «The Way I Am» en una clara declaración de intenciones: Cody Jinks va a seguir apostando por el sonido de los grandes como punto de partida de su música. Junto a ella doce canciones más, absolutamente espléndidas confirmando, como ya apuntábamos, que Cody tiene ínfulas de grande como heredero de los mitos del outlaw country. Tampoco renuncia eld e Fort North a aparecer en las radiofórmulas ¿Hay que hacerlo? Él no traiciona sus sentimientos peroe s capaz de componer himnos que pueden entrar muy bien al gran público, a poco que le den la oportunidad a canciones como «Chase That Song». Se pone profundo hablando de sueños rotos en «Vampires» y homenajea a grandes ídolos personales desconocidos como Billy Don Burns, apropiándose de sus «Gaylor Creek Church», canción que por cierto le enseñó su amigo Whitey Morgan en una gira conjunta.

Perdonen que insista, pero el country está en un muy buen momento. Artistas como Zane Drake, JP Harris, Daniel Romano, Andy Ferrell o el propio Cody Jinks lo están revitalizando de forma tremendamente personal, pero a la vez sabiendo mostrar su respeto por los clásicos. Alejándose conscientemente del americana, definición de la que suelen huir despavoridos, y apostando por algo que podríamos definir como country clásico contemporáno. Que sigan.

Sonando: No Words de Cody Jinks

miércoles, septiembre 28, 2016

El libro de M-Clan



Si hiciéramos una encuesta entre los conocedores de la carrera de M Clan sobre cuál de sus discos podría ser objeto de un estudio literario me atrevo a afirmar que alguno de sus dos primeros elepés, el celebérrimo “Usar y tirar” o incluso el “Unplugged” que incluía la tan recurrida ‘Carolina’ se hubieran llevado la palma. Esta obra excelentemente hilvanada de Chema Domínguez nos muestra cuan equivocados estaríamos todos, y me incluyo porque yo hubiera hecho lo mismo. No le cuesta al autor demostrarnos el porqué debemos considerar “Memorias de un espantapájaros” (Warner, 2008) el disco esencial de la carrera de un grupo imprescindible para entender lo que se ha cocido en el rock nacional en castellano en los últimos veinticinco años.

No faltan, claro está, las declaraciones de gente como Fito Cabrales, Miguel Ríos o Lichis, entre muchos otros compañeros de profesión para dar color a un discurso amable, resultón y ciertamente adictivo. Quizá se peque en estas de algo de repetición que no lastra en absoluto el buen resultado final. No se olvida tampoco el autor de dar algún palito a alguno de los medios que en su opinión no entendieron el disco y lo criticaron abiertamente, aunque esto se convierte también en uno de los grandes puntos a destacar de la obra. Porque Domínguez no se limita a describir, sino que opina, convirtiendo su tratado sobre las canciones de M Clan en una gran crítica, lo que, ante la proliferación de escritos neutros que suelen adornar algunas publicaciones, es de agradecer. Está claro que le gusta el disco, pero lo mejor es que nos dice por qué. Se puede estar de acuerdo o no, pero él tiene sus argumentos y los refuerza con datos y declaraciones, entre las que adquieren especialmente relevancia las del núcleo duro entonces de M Clan y hoy únicos miembros: Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez, junto a las de ese componente esencial en la sombra que es Carlos Raya.

No negaré que me hubiera gustado encontrarme con algunas opiniones justificadas en contra que permitieran huir al libro de cierto carácter hagiográfico, pero es que tampoco puedo imaginarme a alguien a quien no le guste una obra como “Memorias de un espantapájaros” y que encime se acerque al libro de Domínguez para fustigarse. A partir de ahí, el texto es tremendamente disfrutable desde su justificación histórica hasta una interesantísima guía de escucha de un disco que muchos no supieron valorar en su momento. Y además no desentona en una colección que tiene visos de convertirse en histórica. Así que toca congratularse por vivir una época en nuestro periodismo musical en el que se publican obras así.

Publicado en www.efeeme.com

Sonando: Roto por dentro de M-Clan

martes, septiembre 27, 2016

Against Me! vuelven a la carga

En 1997 Laura Jane Grace daba forma a Against Me! como proyecto personal, descargando su rabia en forma de punk folkie haciéndose acompañar solo por su guitarra acústica. Aunque tuvo que ser el título de su primer disco, Reinventing Axl Rose el que sirviera de excusa para que la crítica se fijara en ellos. Desde entonces les ha pasado de todo: fichaje por una major, trabajo con Butch Vig como productor, premios, arrestos por agresión, actuaciones en los programas de David Letterman o Conan O’Brien e incluso la declaración de  su líder de su condición de mujer transexual  (Grace había nacido con el nombre de Thomas James) y el inicio de un tratamiento hormonal, algo que se reflejaría ampliamente en su disco de 2014, Transgender Dysphoria Blues, juego de palabras con el concepto de disforia de género (trastorno de identidad sexual) y que le llevaría a protagonizar una serie televisiva sobre la transexualidad.

Shape Shift With Me es ya su séptimo trabajo y podríamos decir que completa lo iniciado con su disco anterior. Porque si en aquel Grace hablaba básicamente de su propia reconstrucción interior, en esta afronta con sus letras sus relaciones con los demás, sin dejar de lado el apartado político. Eso sí, la introspección también se asoma con cuentagotas hasta explotar en un tema del calado de «333» en el que se aborda la propia visión corporal e inaceptada que la cantante tiene de sí misma. Eso sí, sobrevuelo por todo el disco una sensación de libertad que sustituye al agobio y la angustia que presidía Transgender Dysphoria Blues. Una especie de descanso mental que parece transmitirse en lo vivo de las melodías, mucho más accesibles o amables que en su predecesor. No olvida tampoco Grace soltarle algún sopapo a su ex mujer y madre de su hijo, la artista Heather Hannoura, aunque lo hace con cierta elegancia no exenta de rabia, eso sí.

“Los dos últimos años de mi vida han sido los mejores hasta el momento, he sido capaz de divertirme y relajarme” declaraba una Laura Jane Grace a Billboard recientemente haciendo constar algo que Shape Shift With Me también transmite. Algunos criticarán que siga usando el nombre de la banda cuando esta quedó desintegrada hace un par de años pero, a  fin de cuentas, Against Me! es Laura Jane Grace y viceversa. Y eso es lo que lo convierte en una banda tan especial.

Publicada en www.ruta66.es

Sonando: 333 de Against Me!

domingo, septiembre 25, 2016

Conciertos 26/09-02/10: The Roomsounds, Luther Dickinson, Ryan O’Reilly, Admiral Sir Cloudesley Shovell…



Aunque el próximo fin de semana lo pasaremos en Touloue, antes hay algún buen motivo para dejarse caer por las salas de conciertos.

Miércoles 28/09: Todo el mundo habla bien de Ryan O’Reilly y su folk cantautoril con altas dosis de humor negro. Además dicen que es en las cortas distancias donde se mueve mejor, y el Alfa puede ser un sitio inmejorable para comprobarlo.

Jueves 29/09: Para mí el concierto de la semana es el de esta banda afincada en Dallas que viene a presentar su flamante y espléndido Elm St. The Roomsounds en Rocksound. Cita ineludible.

Viernes 30/09: Luther Dickinson se presenta con sus baladas de tinte blues-folk en el Jamboree. Servidor se lo pierde seguro, pero la cita es de las que valen la pena.

Domingo 02/10: Admiral Sir Cloudesley Shovell en Rocksound. Ojo a esta forma de acabar la semana. Ingleses macarras e irreverentes con ganas de descargar su hard-rock setentero. Pintaza.

Sonando: Elm St. de The Roomsounds