domingo, junio 29, 2014

Wreckless Eric reeditado



The Donovan of trash es realmente un disco de punk. Así inicia la nota de prensa de la reedición de este disco publicado originalmente en 1993 por el de East Sussex. Y no le falta razón. Editado originalmente por el sello Hangman, propiedad de Billy Childish, el disco vive de parámetros poco definidos y libertad absoluta en la concepción de sus canciones. Rompiendo esquemas y atreviéndose a utilizar instrumentos tan poco habituales en el rock de la época como el kazoo, y al mismo tiempo mezclarlo con un slap-bass diabólico. Divertido y variado, el músico juega incluso con diferentes timbres de voz, algo eso sí más habitual en sus trabajos, en canciones tan estridentes como intimistas, tan catárticas como hipnóticas. Un álbum que inesperadamente se sitúa entre lo mejor de la carrera de Eric Goulden, nombre que esconde el alter-ego Wreckless Eric, y que se convierte, probablemente, en el último gran trabajo de su carrera, aspecto este que sólo puede discutirle su disco a dúo con Amy Rigby de hace ya seis años. Reedición justificada, vamos.

Reseña aparecida en Ruta 66 de Junio de 2014

Sonando: Joe Meek de Wreckless Eric

viernes, junio 27, 2014

A la rica noticia dylaniana...



Permanente generador de noticias, muchos son los contenidos protagonizados por Bob Dylan estos días en los medios. Algunos de ellos conocidos y otros no tanto, por lo que vale la pena detenerse un a hacer un breve resumen.

Para empezar, es de sobras conocido que el público escogió «Like a Rolling Stone» para ser interpretada por los Rolling Stones en su última visita a Madrid. Sus Satánicas Majestades permitían a sus fans escoger entre seis canciones de las cuales una se uniría a su repertorio de esa mágica noche. La elegida fue la canción de Dylan.

Tampoco ha pasado por alto en las redes el pago de dos millones de dólares que se realizó en una subasta en Sotheby’s por un borrador de cuatro páginas a lápiz de la letra original de «Like a Rolling Stone». Una barbaridad, sin duda, en estos tiempos que corren.

Ya nos hicimos eco en esta bitácora de que Harry Dean Stanton había asegurado que Dylan y él grabaron una canción mexicana juntos, pero no del súper grupo que comandado por T-Bone Burnett y con la presencia de gente como Elvis Costello, Jim James o Marcus Mumford está trabajando en canciones que Dylan dejó inacabadas en 1967, para hacer algo parecido a lo que hicieron Wilco y Billy Bragg con sus Mermaid Avenue.

Menos conocido es que Diana Krall publicará en septiembre un nuevo disco que incluirá una versión del «Wallflower» de su dylanísima y que, por cierto, es la canción que da título al trabajo. Por otro lado, la revista Uncut dedica un buen reportaje al Dylan de los 80 en sus números de julio y agosto. Y finalmente cuatro músicos de Almería con Abelardo Navarro al frente van a tocar hoy las canciones de Blood on the tracks desnudas, sin los arreglos con los que luego vieron la luz, en Classijazz, en su ciudad natal. Vamos servidos…

Sonando: Wallflower de Bob Dylan

jueves, junio 26, 2014

Dave y Phil Alvin, más sabe el diablo por Broonzy que por diablo….



Asegura Dave Alvin que una de las pocas cosas del mundo por las que nos e pelean él y su hermano Phil es cuando hablan de la grandeza de la figura de Big Bill Broonzy. Seguramente ese es uno de los motivos que ha llevado a las dos cabezas visibles de los imprescindibles Blasters a dedicar su último disco a revisitar el cancionero del bluesman de Arkansas. Y como era de esperar, la cosa no solo funciona sino que suena de lujo. Los Alvin no se han conformado con reproducir nota a nota canciones como «I feel so good», «Key to the highway» o «All by myself» sino que las han llevado a su terreno, eso sí, sin perder nunca el respeto por uno de sus ídolos. Probablemente eso es lo que ha llevado a Common Ground- Play and Sing the Songs of Big Bill Broonzy a los primeros puestos de las listas, cosa que no ha dejado de sorprender al propio Dave: “Estoy en un ligero estado de shock. Nuestro álbum  acaba de debutar en las listas Billboard de Blues en el número uno. Decir que estoy aturdido sería poco. Sé que nuestros padres y mentores musicales (Big Joe Turner, Lee Allen, Eddie Cleanhead Vinson, Marcus Johnson y Mary Franklin entre muchos más) estarán satisfechos. Sólo espero que nuestro héroe Big Bill Broonzy también lo esté”. No me cabe la menor duda. El viejo gran Bill debe estar bailando frenéticamente con esa versión rock que el par de hermanos se han marcado de «Truckin’little woman», uno de los muchos momentos inolvidables del disco. Y es que todo parece funcionar y aunque Phil canta más, hasta las tareas vocales se las han repartido en un intento de que ninguno sobresalga por encima del otro ¿Armonía fraternal? No creo, más bien ganas de que las cosas funcionen, que el objetivo lo merecía. Y lo consiguen, claro.


Sonando: Truckin’little woman de Dave y Phil Alvin

miércoles, junio 25, 2014

Chuck Mead, la serenata de un artista impecable



El que fuera líder de los nunca suficientemente reconocidos y reivindicados BR5-49, sigue para su desgracia una carrera similar al de la banda que lo puso en el panorama del rock de raíces. Y mucho me temo que este no será el trabajo que cambie esa situación, a pesar de ser, de nuevo, un álbum inmenso. Porque sólo Mead es capaz de realizar cosas como «Evil Wind», en la que se pone en la voz de Dick Hickock, un terrible asesino que se cargó a la familia Holcomb en Kansas, en 1959 y cuya historia Truman Capote recogió en A sangre fría. O de convertirse en un counytryman enamorado en «Reno county girl» para acabar oscureciendo la historia en un final inesperado. Y es que esa oscuridad de algunas de sus letras combinada con los habituales ricos y hasta alegres sonidos herederos del honky-tonk y el country clásico son el principal nexo de unión de las canciones de un disco que, sin rubor, calificaría, una vez más, de obra imprescindible. Doce canciones espléndidas, diez de ellas escritas por el propio Mead, que no deberían pasar desapercibidas para los amantes del género aunque, y permítanme que ahora haga de adivino, lo harán. Ojalá me equivoque.

Reseña del disco Free State Serenade aparecida en Ruta 66 Junio 2014

Sonando: Evil wind de Chuck Mead

lunes, junio 23, 2014

Azkena Rock 2014: resumen express



Dado que haré la pertinente reseña del Azkena Rock Festival para Ruta66, me limitaré solo a dar unas pinceladas de lo que ha sido un fin de semana pasado por agua. Decir que lo mejor fue la compañía sobra, por dos motivos. Uno, porque cada año es así y dos porque este cartel se me antoja uno de los más flojos (y lo digo a posteriori) de la historia del festival. Ahí van las sensaciones de los bolos que vi.

VIERNES

Monster Truck. Buen bolo para meterse en ambiente aunque llovía a mares. Instensidad a raudales.
Seasick Steve. Acojonantes, a pesar de estar cayendo la del pulpo y que el viejales se negó a tocar en el escenario cubierto en uno de los momentos de mayor lluvia del festi. Debió pensar que así sabríamos, como él, lo que es ser un homeless.
The Midnight Travellers: espléndidos. Fallos técnicos aparte demostraron que lo nacional puede llenar el nombre medio de cualquier festival sin problemas.
The Stranglers: coincidían con los anteriores. Vi un par de canciones y tuve suficiente. Ni conecté en su día, ni ahora, ni creo que lo haga nunca. Esos teclados ochenteros no son para mí.
Scorpions: no son lo mío. Concierto muy pro, eso sí, pero también rozando la verbena por la propuesta.
Marah: Inicio flojo y buen final, con un niño de ocho años tocando el violín. El estado previo de Bielanko presagiaba lo peor, peor no fue así.
Unida: Buen concierto para cerrar jornada. Tampoco es mi palo, pero a esas horas, pasado de alcohol, apetecen los guitarrazos y la profesionalidad vocal de García.

SÁBADO

The Temperance Movement: ojo a esta banda. De lo mejor del festival. Competentes, intensos y con un frontman espléndido. Buen R&B desde UK.
The Strypes: El bolo del festival. Acojonantes. Inmensos. Esos chavales se comieron al respetable con patatas. Rendición perpetua a sus pies.
Violent Femmes: la decepción del festi. Nos obsequiaron con un ensayo con público.
Blondie: si lo de Scorpions rozó la verbena, Debbie Harry & Co. la iniciaron. La retirada sería su mejor camino.
Wolfmother: serios, aunque solo les vi cuatro temas. Parece que fueron de menos a más.
Niño y Pistola: profesionales aunque no era una buena hora para su propuesta folk-rock.
Kadavar: Buen grupo pero mala elección para cerrar el festival. Su psico-rock hubiera encajado mejor en otro momento.

Sonando: Blue Collar Jane de The Strypes

jueves, junio 19, 2014

Camino al Azkena



Ha empezado la cuenta atrás. Mañana salimos hacia Vitoria para una edición más (y van…) del Azkena Rock Festival. No, no es el cartel que más me atrae,  ni mucho menos, pero la peregrinación hacia Gasteiz es casi una obligación que uno sólo se salta por fuerzas de causa mayor. Mis prioridades este año son Seasick Steve, The Strypes y Violent Femmes. Esos conciertos quiero verlos sí o sí. También me hace ilusión ver a “mis” Midnight Travellers en el escenario vitoriano un año después de su separación oficial. Lo demás será con la calma, que uno ya no está para eso de enganchar concierto tras concierto sin parar. Me interesa más disfrutar de unos pocos que no ver muchos y no llenarme con ninguno.

Así que estamos preparando la mochila con el objetivo de que quepa todo en poco espacio. Las previsiones de lluvia lo complican todo porque implica llevarse el chubasquero y ropa de repuesto por si, como parece, nos ponemos como una sopa. Billetes de tren impresos y viaje preparado. Cuatro capítulos de la tercera de Treme y algún libro en el ebook/tablet, Uncut comprada (con Dylan en portada), libreta por si me viene algún tipo de inspiración y sueño a mares para quedarme sopa un buen rato ¿se me olvida algo? Coño, el iPOD. Ya está. Cargado con cosas nuevas que quiero escuchar. Voy a concentrarme en Bob Mould, Reigning Sound, Ethan Johns, Daniel Lanois, Matt Woods y Felice Brothers. Les cuento a la vuelta.

Sonando: Fat kid de Michael Dean Damron

miércoles, junio 18, 2014

Glen David Andrews, recuperando la tradición del Treme



Que se le conozca como El Príncipe de Treme no es una casualidad, os lo asgeuro. Glen David Andrews reúne todos los condimentos para llevar con honor ese honorífico título. Porque su música es pura Nueva Orleans, con algo de criollo pero también con unas adecuadas y necesarias dosis de actualidad.

Redemption es el último disco de este explosivo músico y, según sus propias palabas “es la grabación de mi viaje de regreso de la tierra de los muertos vivientes”. Ahí están sus ancestros, la mitología de su ciudad de nacimiento, sus leyendas, y también el espíritu de los muchos afectados por el Katrina. “Cada canción de este disco cuenta una historia con la que alguien podrá identificarse”. Historias de dolor, de pérdida, de muerte y, a la vez, de celebración de la vida. Música sobre fantasmas y seres de carne y hueso. Con invitados ilustres como Ivan Neville, Jamison Ross y una Mahalia Jackson de la que se rescata su voz en una explosiva versión de su «Didn’t It Rain».

Andrews muestra en este álbum el camino para defender las tradiciones desde una posición totalmente contemporánea. Como el jefe Lambreaux y su hijo Delmond en la serie de David Simon que lleva el nombre de su barrio de nacimiento. Porque  este trombonista es hijo del Treme, probablemente uno de los lugares más musicales del mundo. Y eso se nota en su forma de entender la música. Leo Sacks, productor del disco ha asegurado que “tiene el fuego del soul de Wilson Picket, el poder evangélico de Solomon Burke y el hastío de la voz de Louis Armstrong”. ¿Exageración? Yo creo que no.

Sonando: NY to Nola de Glen David Andrews

lunes, junio 16, 2014

Harry Dean Stanton publica disco y habla de Bob Dylan



Vale la pena hacerse con el último número de la revista Uncut (como casi siempre) sólo por poder leer la entrevista que le realizan a Harry Dean Stanton. Los seguidores de esta bitácora ya saben que Partly Fiction, el documental que sobre su figura realizó Sophie Huber en 2012 y que pude visionar en la última edición del In-Edit Festival es uno de mis favoritos de los últimos tiempos. Además, se publica ahora su banda sonora con un Stanton que canta desde las entrañas y que se muestra como un intérprete espléndido.

Lo mejor de la entrevista es el momento en que Stanton asegura que “Bob Dylan y yo grabamos una canción mexicana. Hicimos una cinta juntos. Me preguntó si quería una copia, y le dije que no. ¡Qué idiota! Dylan y yo una vez condujimos desde Guadalajara, México, hasta Kansas City, hasta la casa de allí de un cantante, el tipo con una gran barba, Leon Russell. De cualquier manera, nos llevó dos o tres días. Sí, pasamos algún tiempo juntos”. ¿Lo imaginan? Yo no quiero ni pensarlo. Eso sí, el vinilo del documental con versiones de «Blue Bayou», «Georgia on my mind» o «Canción mixteca», ya me lo he pedido.

Sonando: Canción mixteca de Harry Dean Stanton