jueves, julio 28, 2011

Vacaciones y bandcamp

Pues eso. Que ahí va la última entrada antes de irme de vacaciones unas semanitas al Empordà. Y para que no se diga que les dejo sin música les emplazo a visitar el recién estrenado Bandcamp de los Chinaski. Ha costado pero ya lo tenemos con nuetros dos discos y la participación rn el tributo a Dylan. Pueden visitarlo AQUI. Cosas como estas son las que pueden oír...



Además me he currado una listita en SoundCloud por si quieren amenizar su verano con unas canciones enooooormes. Todas relativamente recientes. De este año o el pasado...Pueden acceder a ella AQUI. Que lo disfruten y nos vemos a la vuelta...



miércoles, julio 27, 2011

DPND: Jackson Browne - Looking East

Llegué tarde a Jackson Browne. Hasta el 96 no me enteré, prácticamente, de su existencia, a pesar de que canciones como «Take It Easy» de los Eagles, claro, eran habituales en mis tarareos matutinos o de que Bob dylan hablaba bien de él. La culpa de prestarle más atención la tuvo mi buen amigo Jonathan “Bibi” Vidal, que apareció un buen día de 1996 con Looking East bajo el brazo, alabando una canción llamada «Barricades Of Heaven». A partir de ahí, convertirme en un fan absoluto fue tarea fácil.

Se trata del disco número 11 de Browne y en él aparecen como invitados gente como Bonnie Raitt, David Crosby, Vonda Shepard, Ry Cooder, Waddy Watchel o, claro está, David Lindley. Browne llevaba tres años sin publicar disco tras su anterior I’m Alive y estas diez canciones suponían su regreso. De esos temas sólo dos en solitario firmados por “Jacko”, el resto compartidos. Mis favoritas «I’m The Cat» con su ritmo frenético, que llegamos a versionar en tiempos de TDI, y la nombrada «Barricades Of Heaven». La canción, por cierto, fue la segunda que Jackson interpretó en su concierto del lunes en Barcelona, en Luz De Gas, junto a los Dawes (ojo con esta banda y su cantante Taylor Goldsmith, miembro también de Middle Brother, que llevo tiempo diciéndolo) y Jonathan Wilson. Un concierto de ¡2 horas y 45 minutos! en el que pasaron covers de «Take It Easy», «Late For The Sky», «The Pretender», «Runing On Empty» y el habitual tándem que forman «The Load Out» y «Stay». Lástima que cuando te mirabas el reloj y veías que eran las 2 de la madrugada y al día siguiente el reloj iba a sonar a las siete te entraban escalofríos. Por cierto, pedazo de versiones de Warren Zevon. Conté hasta tres: «Lawyers, Guns & Money», «Play It On Night Long» y «Hula Hula Boys». Manel Celeiro y yo las disfrutamos como pocos. Aunque hubo un tipo que nos superó. Eso sí, mientras sonaba el parecía bailar a Tom Jones, más bien. Cosas del directo…

Sonando: Barricades of Heaven de Jackson Browne

martes, julio 26, 2011

Grayson Capps, el rey del Rott’n’Roll

Esa es la definición que sus fans buscaron para su música, marcada por el título de su anterior disco, y el acento de Nueva Orleans y su Alabama natal que recorre su propuesta. Una especie de viaje de ida y vuelta. Como un camino que se transita en ambos sentidos, sin paradas definidas. Dejando que sean las propias canciones las que decidan en qué lugar reposarán aquella noche los huesos este joven músico que es capaz de hacer cosas muy grandes. Grayson me ha proporcionado buenos momentos. Muy buenos. Y en otros me ha dejado a medias. Con la sensación de que tenía algo más que darme y me lo estaba quitando, casi del paladar.

Por suerte no me sucede eso con su nuevo disco. El quinto ya. The Lost Cause Minstrels. Precioso título. Los trovadores de la causa perdida. Blues, jazz, country y folk de muchos quilates a cargo de este hijo de un predicador. Se abre con «Highway 42» que sigue los prelados de un ya desaparecido Steve Earle (me refiero al estilo de canción, claro). Puro country rock de la escuela del viejo Steve heredado ahora por gente como Ryan Bingham. Mira al futuro, deja el pasado y gasolina para el presente, canta.En cambio «Coconut Moonshine» es otra cosa, tal y como anuncia ese piano inicial y esa voz a lo crooner. Esta canción es Nueva Orleans. Pero también Alabama. Es Treme. Es Tom Waits en un sucio bar cantando «Fumblin With The Blues»... «John The Dagger» vuelve a cambiar. Aquí hay blues-rock y, de nuevo, el Steve Earle de Guitar Town. Leo en una reseña que si Hank Williams hubiera formado una banda ahora sonaría así ¡Seguro! Ya está. Ya hemos visto los tres tipos de canción que vamos a encontrar en el disco, unidas a los impecables temas lentos de Capps. O no. Porque «Yes You Are» y su lentitud opaca hablando de lo que la vida no nos da también aporta nuevas texturas. «Jane’s Alleys Blues» y su ritmo trotón también aporta algo diferente. «Chieff Seattle», en cambio, nos suena a algo conocido y a mí me recuerda ¡a los últimos temas de Lapido! Os lo juro...Hay línes melódicas clavadas a «Antes De Morir de Pena». Resuena en mi cabeza eso de “pero alguien les sirvió ginebra y se pusieron a cantar, unos por martinetes, los demás por peteneras”. Y es que el granadino no está tan lejos de esta música. «Annie’s Lover», en cambio, vuelve al country-western de escobillas para cantar con un sombrero tejano. Me suena. Miro los créditos. Firma Taj Mahal. Excelente version. Con ella se da paso a la fiesta de «Ol’Slac». Esto es el Mardi Grass. New Orleans Comeback. «Paris France» es su homenaje a las víctimas del Katrina, «No Definitions» se acerca al rock más duro con guitarras poderosas y no puede evitar que pensemos en Billy Gibbons. Y «Rock And Roll» es el final perfecto con su crescendo dulce. Para dejar ese buen sabor de boca a un disco que, probablemente, sea el mejor de la cosecha de Capps. Chinaski dixit.

Sonando: Chieff Seattle de Grayson Capps

lunes, julio 25, 2011

Wayne el triunfador

Bob Wayne ha triunfado por todo lo alto en su reciente gira española. Y después de lo visto el sábado en el Rocksound, no me extraña. A eso de las 20:00 h. andábamos por las puertas de la sala, los de siempre, cuando aparece una furgoneta verde conducida por el propio Wayne. Se baja y podemos observar su rictus simpático, su larga perilla de chivo, su atuendo, completamente negro y su chaleco de cuero con parche de Neurosis de los que se declara amigo y fan. Nada apunta en sus facciones dulces todo lo que ha vivido este hombre: adicciones, cárcel... Entramos a ver la prueba de sonido. Seis minutos de reloj. Ni uno más. Listos. Tres horas más tarde iban a hacer uno de los bolos del año en una abarrotada y calurosa sala Rockosund. Se hacía difícil no salir a la puerta a respirar con el calor que hacía dentro. Pocos lo lograron. Yo no. Y la violinista de Wayne salió diparada en cuanto acabó el bolo. Un concierto lleno de anécdotas de verdadero outlaw en el que se fulminó todo su último disco, canciones más antiguas y un montón de temas nuevos. Dos horas de country fuera de la ley que se me antojaron un pelín excesivas, por poner un pero. Siempre prefiero conciertos más cortos que te dejen con ganas de más. Pero Wayne había venido a darlo todo y lo hizo. Nadie echó en falta una batería porque en muchas ocasiones la sala tronaba. Johnny Cash aplaudía desde algún lugar.

Sonando: Gold de Bob Wayne

viernes, julio 22, 2011

Bob Wayne, al otro lado de la ley

Llevo semanas enganchado a su disco. Y mañana está por aquí. en el Rocksound. No fallaré. Es la herencia pura de outlaws como Waylon Jennings o Willie Nelson (que por cierto se ha librado de la cárcel por los pelos). Fusilo a Manel Celeiro para definirlo. De la web del Ruta:

"De manera natural empieza a experimentar con los sonidos campestres y encuentra cobijo entre las canciones de Waylon Jennings, la saga Hank Williams y Townes Van Zant sin olvidar a sus admirados Pantera, Neurosis o Pentagram. Gira con Hank III, viaja en su camioneta por todo el país tocando en cualquier parte donde lo requieran, cierra los bolos a través de su My Space o su móvil y no tiene reparos en llevar unos portátiles en la parte trasera para copiar allí sus maquetas y venderlas después del concierto. Su nombre corre de boca en boca y se gana una buena legión de seguidores. Entre ellos hay rednecks, seguidores de la música vaquera, fans del metal y punks que caen rendidos ante una propuesta fresca, gamberra y con una buena dosis de humor negro. Violencia, armas de fuego, drogas, alcohol, camiones, carreteras secundarias y héroes americanos de cuello rojo pueblan sus canciones. Hasta el fantasma de Johnny Cash aparece para librarlo de sus, muchas, adicciones y mantenerlo sobrio los últimos nueve años. Bob Wayne y sus Outlaw Carnies podrían pertenecer a otra época. Aquella en que los cantantes de country fueron los primeros punks. Viajeros transitando en la delgada línea que separa el bien y el mal. Estar a un lado o al otro de la ley dependía de una mala borrachera, un sheriff demasiado estricto o un marido celoso. Century Media, especialistas en metal, y People Like You, uno de los baluartes del punk europeo, se han puesto de acuerdo para editar su primer disco “oficial”. Outlaw Carnie (2011) es un pequeño tesoro. Country de la clase trabajadora hecho por un muchacho que recoge la antorcha de los grandes del género, la aviva con gasolina contemporánea y nos da un buen puñetazo en los morros con sus canciones".

Ya saben, mañana en el Rocksound y aún le quedan un par de fechas más. Preparen las pistolas...

Sonando: Road Bound de Bob Wayne

jueves, julio 21, 2011

John Paul Keith, superándose a sí mismo

Interesantísima la etiqueta que le pone el amigo Necesito Un Rock And Roll en su blog a John Paul Keith, ante la llegada de su nuevo y fantástico disco, The Man That Time Forgot. Tan bueno o más que Spills And Thrills, su anterior trabajo que servidor adquirió en el templo que es Radio City. Nuestro amigo blogger lo llama rocker 2.0. Curiosamente algo parecido a la forma en que titulo yo la entrevista que le hice para la web de Ruta 66. Una pena que no haya podido entrar en el papel porque dice muchas cosas y muy interesantes como "aunque también tiene algo de influencia soul. Yo estaba escuchando mucho a Tyrone Davis cuando la hice. Quería grabar algo con acordes más sofisticados a los que usamos habitualmente. La grabé pensando en Charlie Ricj, Dan Penn y en la producción de Chips Moman en From Elvis In Memphis. El sonido de la batería se basó en «You Beat Me To The Punch» de Mary Wells, así que hay algo de Motown ahí. También recuerdo pensar en el «Poor Side Of Town» de Johnny Rivers mientras la grabábamos". Más en Ruta 66. Ya saben. Por cierto, el disco es buenísimo. Ya estoy recomendándole a mi amigo Fernando Macaya que se haga con él. Le tiene que encantar...

Sonando: Someone Should Write a Song About You de John Paul Keith

miércoles, julio 20, 2011

DPND: Dave ALvin - Blackjack David

Corría 1998 cuando The King of California editaba Blackjack David, un soberano disco en el que hoy nos detenemos en DPND.

Y lo hacemos porque además Alvin es noticia con la edición reciente de Eleven, Eleven, un discazo como la copa de un pino. Como lo era Blackjack David, editado 17 años antes. Con canciones como «Abilene» o «New Highway», rock soberbio de muchos quilates, o como esos fantásticos «1968» compuesto a medias con su amigo Chris Gaffney, al que tanto echamos de menos, o «California Snow» con mi admirado Tom Russell. Producido por Gregg Leisz, habitual de gente como Neal Casal, K.D. Lang o Joni Mitchell, el disco es una muetsra del camino que han de seguir las nuevas generaciones que pretendan ser algo en el rock de raíces. Ojo con el tema que da nombre al disco que quizá es una de las grandes interpretaciones vocales de la carrera de Alvin y en el que los instrumentos de cuerda, tocados muchos por Leisz, suenan deliciosos. Pero mi preferida es «Laurel Lynn» definida por el propio Alvin como “Howlin Wolf haciendo una sesión con un acordeanista de cajun y la banda de Roy Acuff». No me digan que no les han entrado ganas de oírla….

Sonando: Laurel Lynn de Dave Alvin

martes, julio 19, 2011

Slackeye Slim, country garage alternativo

Así se definen ellos mismos y me gusta la definición. Son Slackeye Slim y vienen de Wisconsin. Su propuesta me recuerda mucho a Bob Wayne, al que esta semana tenemos por aquí, pero con más elementos de la frontera. No por el sonido, que también, sino por lo arriesgado y la originalidad en un género determinado. Y ya saben lo que me tira eso. Se formaron en 2006, aunque arrancaron como banda de acompañamiento de su cantante que ha acabado por dar nombre a todo el grupo. Su nuevo disco apareció el pasado 21 de junio y recoge todas sus influencias, que son muchas. A destacar, musicales a parte, el cine western y la literatura. El título es definitivo: El Santo Grial, La Pistola Piadosa. Así, en spanish. Y todo en él transcurre precisamente como una película. Desde el primer tema a modo de presentación hablada, pasando por canciones circenses como «Come On, Come All», puro western como «Introducing Drake Savage», la oscuridad cercana al duelo de «El mundo, mi enemigo» o el final con «A Song Called Love», todo parece en su sitio. Pensado. Construido como una pieza cinematográfica. No gustará a todo el mundo pero a mí me ha chiflado.

Sonando: A Song Called Love de Slackeye Jim

lunes, julio 18, 2011

Leer, leer, leer es un gran placer

Llega una de las épocas del año en que leo más. Curioso. Muchos prefieren el invierno. Yo entonces soy má de películas, series y esas cosas debajod e una buena manta.El verano lo aprovecho para leer mucho porque, además, tengo más tiempo. En dos semanas me he leído cinco libros, aunque aún no ha llegado mi período vacacional. Y todos recomendables (¡viva las bibliotecas, una vez más!):

- Muerte en el Hoyo 18 de Harlan Coben. Mi introducción en el mundo de Myron Bolitar, esa especie de detective que en realidad es un agente deportivo, ex jugador profesional de la NBA. Buenísimo.

- Bola Y Cadena de Ricky Gil. Vamos, la historia de Brighton 64 explicada por su cantante. No, no me he vuelto mod pero me ha parecido un libro entretenido para conocer la escena.

- George Harrison. El hombre invisible de Javier Tarazona y Ricardo Gil. Un repaso a la carrera en solitario del Betale más discreto. Casi obcviando su pase por los fab four. Más que entretenido.

- Grateful Dead. Pioneros de la psicodelia de Xabier Moreno. ya hablé de él hace unas semanas.

- Ablanatanalba de Màrius Serra. Quizá el que menos me ha gustado de la tongada. Serra es el diseñador de crucigramas de La Vanguardia. Tenía ganas de leer algo en catalán y éste fue el escogido. Interesante pero demasiadod enso, a ratos.

Como ven mucho libro musical. Esto siempre es así. Y ya tengo preparadas las vacaciones. Por si les sirve de guía, aquí va lo que tengo previsto leer:

- Donde las mujeres están desnudas y los hombres son ricos de Elliott Murphy. De hecho lo estoy acabando y me está encantando. Y no es un libro sobre música aunque esté escrito por un músico. Es un volumen de poemas y cuentos que giran, sobre todo, alrededor del sexo.Además su título me parece magistral. Creo que lo acabo esta noche.

- Poder Freak de Jaime Gonzalo. Una crónica de la contracultura que en la biblioteca he encontrado en el apartado de Historia y no en el de música como yo esperaba.

- Country de Alfons Trull. Fichas sobre los grandes del country. Para pasar el rato al lado de la piscina y refrescar artistas.

- Rockers, desterrados de la movida de Lauren Jordán. Si antes fui con los mods ahora voy con sus rivales. Ya les contaré.

- Psicodelia Americana, el sonido de la contracultura de Sergio Guillén y Andrés Puente. Pues eso, Moby Grafe, Quicksilver Messenger Service, Iron Butterfly....A ver qué tal....

- Última Oportunidad de Harlan Coben. Ya saben, novela negra.

Además me he comprado un par, también de novela negra:

- A La Cara de Christa Faust
- Voces que susurran de John Connolly

Parece mucho y lo es, pero tampoco hace falta que me lo lea todo este verano aunque las noches en Galliners pueden ser muy largas porque uno no está cansado y s epuede aprovechar mucho. Además, algunos apenas tienen 150 páginas. Por si eso fuera poco quiero intentar "chuparme" la biografía de Doug Sahm en inglés. A ver qué tal. En total suman 1957 páginas que, si te paras a pensar y habiendo gente que se lee Los Pilares de La Tierra no es tanto ¿no?

Sonando: When I Write A Book de Rockpile

viernes, julio 15, 2011

Bob en la casa de Judá

Hacía tiempo que no me detenía en él, y desde ayer lo pongo una y otra vez. Sin parar. The House of Judah. Así se llama la cosa. Firma, Bob Dylan. No, no es un nuevo disco del profeta. Es, simplemente, el disco perdido. Así reza en su portada. The Lost Live Album, con un Dylan disfrazado de pantocrator en un dibujo. Esa edición que reclamo para sus próximas Bootleg Series. Un concierto soberbio. Aseguran los más grandes expertos en Dylan que estaría entre los 5 mejores conciertos de su carrera, aunque no se ponen de acuerdo si el título lo merece el del día 18, el del 19 o el del 20 de abril de 1980 en el Massey Hall de Toronto. Este bootleg recoge el que más me gusta a mí, el de en medio. La versión que pensaba editar Sony y de la que nunca entenderé la razón por la que no lo hizo. Incluye sólo ocho temas, pero vaya temas. Dejan en pelotas a todos los críticos de la etapa cristiana de Dylan. Porque su majestad se sale.

Inicia brutalmente «Gotta serve Somebody», y ya te das cuenta que la producción de Mark Knopfler en Slow Train Coming quizá no era la adecuada. Demasiado celestial, curiosamente. Demasiado limpia. Algo de suciedad, de mundanidad no les va nada mal a esos temas. Le sigue «Covenant Woman» y pienso en Quique González. No sé porqué pero se me antoja que el sonido que anda buscando en sus últimas canciones no se aleja demasiado de eso. Tengo que encargarme de que lo escuche. «When You Gonna Wake Up» es furiosa. Le falta decir “¿te enteras?” al final de cada frase. Ese estribillo. Esa aceleración. «Precious Angel» es como tiene que ser. Preciosa. Es la que más knopfleriana le queda en directo, y quizá eso demuestra que es la que absorvió mejor la producción del dire strait, incluso en el disco. Con «Slow Train» vuelve la furia. Estoy aquí para que te enteres de qué va esto, pecador. La ira de Dios puede caer sobre ti en cualquier momento y si no, aquí está la mía. «Solid Rock», aparte de darle nombre a este Bootleg en otras versiones, arranca explosiva. Como no. Otra vez la ira del Señor ¡y qué bien le sientan a Dylan esos coros negroides! ¡Qué banda tan inspirada! Esa pandereta dota de ritmo toda la interpretación. Dylan cree en lo que dice ¿Crees tú? «In the garden» da un respiro, pero sólo sonoro, porque aquí la ira se convierte en palabra, en una versión muy superior a la incluida en Saved. Y para cerrar la inédita « Ain't Gonna Go To Hell For Anybody». Dylan no la publicó nunca por considerarla ¡demasiado religiosa! Ya pueden imaginar. La canción es absolutamente espectacular. Comienza con una especie de coro de iglesia y arranca como sólo Dylan es capaz de arrancar un tema. Grandioso.

"He aquí que vienen días, dice Yavé, en que yo concluiré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva (Jeremías, 31:31)." De las notas interiores de Saved.

Sonando: Slow Train de Bob Dylan

jueves, julio 14, 2011

La desaparición de Maika Makovski

No era fácil. Su disco anterior, titulado con su nombre, era el más completo que había grabado hasta ahora. Pero tía Mako, como le hablamos a June de ella, es culo de mal asiento. No sabe estarse quieta y emprendió una difícil tarea. Se acercó a otro arte escénico: el teatro. Y aceptó encargarse de musicar unos textos de Edgard Allan Poe que, bajo la dirección de Calixto Bieito, iban a formar el eje central de Desaparecer, una obra interpretada por Juan Echanove y ella misma. Encima se atreve a hacerlo sin su banda habitual, esos makovskis que, a veces, se disfrazan de Chinaski. Estrena músicos, estrena texturas y repite intenciones, las de “matar” con su música al oyente. Hacerle traspasar horizontes y encaminarlo a terrenos sorprendentes en la escucha. Lo hace con una receta que domina como nadie. La de combinar esas piezas a piano y voz que estremecen («Disappear») con el blues arrastrado y calado de «We’re Alive», las cadencias oscuras de «Only Innocence Is Capable Of Pure Evil» o la experimentación de «The Gate». No falla, ni ella, ni la banda. Todo es muy bueno. Y era difícil. Mantiene el nivel, y encima nos enteramos que en agosto vuelve al estudio para grabar con sus makovskis. Sencillamente exuberante y, si me permiten, y por eso de las comparaciones, ya quisiera PJ Harvey….De momento, sólo lo pueden comprar en el teatro. Ah, sí, su título. De nuevo. Desaparecer.

Sonando: Iron Bells de Maika Makovski

miércoles, julio 13, 2011

DPND: Gillian Welch – Revival

Seguimos intentando recuperar discos del rock americano de los 90 y vamos a detenernos en 1996 para hablar de una auténtica delicia, el debut de Gillian Welch, titulado, de manera acertadísima, Revival.

Y es que un disco que se inicia con dos temazos como «Orphan Girl» y «Annabelle», y que además está producido por T-Bone Burnett incita a pararse en él. Un disco sutil, cercano al jazz en algunos momentos y con evidentes influencias de la música de los años 20 y 30. Una mujer que, desde el principio intenta desmarcarse del country que tanto le gusta a su marido y mano derecha, David Rawlings, y asegura que sus máximas influencias son REM, los Pixies o Camper Van Beethoven. Lo consigue sólo en pequeñas dosis, casi imperceptibles. Burnett no deja que sea de otra manera. No puede desperdiciar el estilo de una mujer que frasea como una Lucinda Williams sentada en una nube, que llora como una aguda Emmylou Harris, que te hace soñar en Patsy Cline…Cuando publica este disco tiene 28 años. Es suficientemente joven para no perder ese ímpetu juvenil, escondido en tonadas dulces, pero suficientemente mayor para no caer en errores atribuidos habitualmente a la corta edad. Hipnótica y sencilla. Cruda. Capaz de dedicar temas a un niño muerto. Terrenal. Por algo Emmylou recuperó ese «Orphan Girl» en su Wrecking Ball. Blues y góspel. Y también folk, claro ¿Es esto Americana? No lo sé, pero bueno es un rato.

Sonando: Orphan Girl de Gillian Welch

martes, julio 12, 2011

Matt Woods - Johnny Ray Dupree

Hace tiempo que no me detengo en una canción en estos posts y ya va siendo hora. Y no es que no me haya ido enganchando sucesivamente a ninguna de ellas. Simplemente, no se ha dado….Aprovecho lo enganchado que estoy a Manifesto de Matt Woods para hablar de una canción que me tiene loco. «Johnny Ray Dupree». Espectacular temazo que destaca en un disco de rock americano bueno, bueno, bueno. Es curioso porque mientras a mi alrededor muchos se empeñan en buscar algo más en el rock americano, un paso adelante, yo cada vez me engancho más a canciones de estructura clásica, sin muchas complicaciones. Y es que me encantan temas como este. Una historia simple que nace de un banjo adornado levemente por unas cuerdas apenas perceptibles, una voz profunda y rockera que casi habla, introduce la historia para luego explotar “My name is Johnny Ray Dupree….”. Y a partir de ahí un crescendo continuo sin que el banjo nos abandone en ningún momento, con una caja que entra para acelerar el tema justo al final del primer estribillo, cuando Matt nos recuerda que su nombre ahora es Johnny Ray Dupree. Los instrumentos crecen al mismo tiempo que la intensidad de la letra. El cantante los frena. Tengo algo que explicar. Espera. Escuhca mi historia que no es de las que le pasan a todo el mundo. Y explosión. “My name is Johnny Ray Dupree…”. Estribillo y cambio. Como dicen los cánones. O quizá algo más largo, bastante más largo. Y tú deseando que vuelva ese estribillo que no puedes dejar de cantar. Entran las eléctricas que hasta el momento habían tenido un papel testimonial. Un solo. Largo también, inesperado al principio del tema. Todo baja. No. de nuevo está ahí. Ese estribillo. Búsquenlo, escúchenlo. La versión acústica es fácil de encontrar, pero les recomiendo la del álbum que es enorme.

La gente ha estado de fiesta con este tipo de música 150 años. Tratamos de mantener ese ambiente y asegurarnos que todo el mundo lo pasa bien.

Matt Woods


Sonando: Johnny Ray Dupree de Matt Woods

lunes, julio 11, 2011

El Ruta de verano

Ya lo tienen en las tiendas. Calentito (como todo estos días). Con los ZZ Top en portada ¡barbas al viento! Atención a la magistral entrevista de Ignacio Julià a Alejandro Escovedo ¡dos grandes! También entrevistas con Sid Griffin, The Jayhawks o My Morning Jacket...Número completito, que hasta septiembre queda mucho. Servidor aporta su dosis habitual de noticias, alguna película y algún libro para que se entretengan este veranito, alguna reseñita como la del disco de los Fakeband y una entrevista con Fabián, que para el que no lo sepa es un crack. Además, está mal que yo lo diga, pero me encanta el título de esa charla....Ala, al quiosco, no se arrepentirán....

Sonando: Way Up North de The Fakeband

viernes, julio 08, 2011

Las aventuras del profesor Castarnado: el extraño caso de Sean Rowe

Abro nueva sección atemporal en este blog. No tendré un día fijo para hacerla. Simplemente surgirá. Porque no es algo que se pueda preveer. Es una cuestión de conjunción astral, supongo. El profesor Castarnado es alguien a quien ya conocen. He hablado, a veces, de él por aquí. En ocasiones para recomendar su fantástico Mujer Y Música, 144 discos que avalan esta relación y en otras para loar sus pesquisas. Es compañero de editorial, de redacción rutera, de pasión basketbolística y amigo qué más se puede pedir? Además es investigador. Sí, sí, sí...Como lo oyen. Rebusca y descubre "la verdad". Es el mejor que conozco. De esos que no quedan, que se compran o se pillan los discos en la redacción por la portada, por la discográfica o por intuición. Cuando le pregunto cuál es su truco me dice que no hay. Que la cuestión es jugársela. Fallar muchas veces y acertar de vez en cuando. Pero ¡ay cuando aciertas! Eso es lo más.... Él me descubrió a Nic Dawson Kelly y aún se lo estoy agradeciendo. Y ahora me pasa lo mismo con Sean Rowe. En el Ruta de mayo, el profesor nos descubre Magic, un disco publicado originalmente en 2009 pero que, como siempre, nos llega con retraso. Nos dice que suena a "hijo bastardo (Nda:como me gusta esta definición) de Nick Cave y Mark Lanegan, de los malogrados Johnny Cash y Elliott Smith". Yo le añado al Tom Waits más pianístico y ya me parece la definición perfecta. Publica ANTI. Ya saben. La reseña acaba con un "bestial" que no deja lugar a dudas.

Yo lo pincho y pienso en mis amigos. Creo que a Maika Makovski le encantaría y recuerdo el discazo que se acaba de sacar de la manga llamado Desaparecer y que "ilustra" su obra junto a Juan Echanove. Los barceloneses ya la habrán visto en los autobuses y ya saben, obra de textos de Edgar Allan Poe traducidos por Julio Cortázar, con Calixto Bieito como director artístico. De momento en el Romea pero girará por España. Creo que a Joserra Rodrigo le va a volver loco. Y estoy seguro de que a Quique le va a flipar. A él se lo voy a planchar (que me detengan) aunque sé que se lo va a comprar ipso facto. Es tan rollo quiquegonzaliano (ya me creo tanto un escritor que hasta me invento palabras. Quizá me gusta más quiquegonzalyta por eso de acabarlo parecido a dylanita) actual. No lo dejen pasar. El profesor Castarnado sigue buscando. Esa voz es tan Tony Joe White a ratos. Buffff...Me pierdo....

Sonando: The Walker de Sean Rowe

jueves, julio 07, 2011

Me sorprende, no me sorprende

Me sorprende que nos sorprendamos por la trama SGAE. No me sorprende lo que está pasando. Me sorprende lo rápido que ha salido Ramoncín a solicitar que no se le ocurra a nadie subirlo a ese barco. No me sorprende que sólo Víctor Manuel haya sido capaz de salir a defender a los miembros imputados de la SGAE y en cambio gente como Alejandro Sanz o Miguel Bosé no hayan dicho ni palabra ¿dónde están ahora? Me sorprende que haya gente que diga que alguien imputado por esos delitos y con pruebas suficientes (aunque no se haya celebrado el juicio) no debe dimitir de su cargo. No me sorprendería que esto sea cierto, después de que el propio Teddy Bautista apareciera en algunos medios como uno de los millonarios de este país.

Por partes. Todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Vale, pero cuando un juez dictamina que hay peligro de que huyas del país, algo habrá visto. De momento me esperaré para hablar pero ya avanzo que me siento indignado. Y lo hago, esta vez, como autor, no como periodista, a pesar de que escribo este post porque muchos me han preguntado mi opinión. El gobierno reacciona quitando rápido el cánon digital. Otro bandazo. No seré yo el que esté de acuerdo con ese cánon pero opinaba lo mismo de él antes que después de esta trama. Destacaré otros puntos de todo esto:

1. Decir que esto es comparable al 23-F es la nueva ida de olla de Andrés Calamaro. Te has pasado ¿no Andrés?

2. ¿Saben que en este país Vds. no pueden fabricar un disco con sus canciones y ponerlo a la venta si no pagan a SGAE? Los fabricantes de discos incorporan el pago a la factura. Si no lo quieren, han de pagar en negro. Pregunten a las discográficas pequeñas. Viva la libertad. Ahí reside el principal problema de la SGAE, que me obligan a pasar por un aro sin dejarme la posibilidad de decidir si me gusta o no ¿qué me autoedite? Eso no es fácil para los grupos muy, muy pequeños. Además ¿y si no quiero?

3. Los derechos de autor son necesarios para la supervivencia de estas cosas que nos gustan: música, cine….¿Pero no sería mejor que tuviéramos diversas opciones y decidiéramos nosotros mismos quién queremos que nos los gestione? ¿Conocen CEDRO? ¿No? Claro, de ellos no se habla tanto. Pues son una sociedad que gestiona los derechos de autores de los escritores. Pero nadie te obliga a estar asociado a ellos. Y ellos no hacen pagar determinados cánons. Se encargan, eso sí, de perseguir la copia fraudulenta y de que se pague en los lugares en los que se hacen copias, etc. No son perfectos, pero el sistema funciona mejor y nadie se queja de ellos.



Como decimos en Catalunya, no anem bé…

Sonando: Surprise de Sean Rowe

miércoles, julio 06, 2011

DPND: Patty Griffin - Living With Ghosts

Faltan chicas. Firme y real reivindicación de algunas de las lectoras (y también lectores) de este blog y, en especial, de esta sección. Para qué negarlo, ya lo he dicho otras veces, yo escucho más música de hombres que de mujeres. Quizá por eso en esta sección apenas han aparecido Lucinda Williams o Emmylou Harris. Por eso, es de recibo pararnos hoy en otra fantástica mujer, Patty Griffin.

Nacida en Maine, es la hija menor de una familia de seis hermanos que a los 16 años ya compra su primera guitarra con apenas 90 pavos. Se casó joven y empezó a tocar en los cafés de Boston. Allí la vieron (el sueño de muchos) los ejecutivos de A & M y eso provocó su debut en una multinacional, algo poco habitual. Además lo hicieron, también de manera inusual, editando prácticamente unas maquetas en el intento de captar la desnudez y la crudeza de Patty Griffin en directo. El resultado es Living With Ghosts y canciones como «Moses», «Not Alone», «Every Little Bit» o «Mad Mission». Temas donde destaca una particular manera de narrar historias con esa voz que roza el quiebro, el dolor, unas veces y en otras se acerca al susurro acaramelado. Leí una vez que no había equipo de música suficiente para reproducir esa voz. Bonita definición.

Sonando: Moses de Patty Griffin

martes, julio 05, 2011

Pioneros de la psicodelia

Gracias a las bibliotecas municipales (no pierdan la oportunidad que les brindan) logro hacerme con el inencontrable volumen que es The Grateful Dead - Pioneros de la psicodelia de Xabier Moreno. Lo devoro. Como no. El libro no es más que un guión de una serie de programas radiofónicos dedicados a los Dead dentro del Pioneros de RNE-3. El formato guión se respeta y así podemos jugar a hacer el propio programa pinchando las canciones que deben sonar tras cada texto. Un enorme volumen que incluye declaraciones de los protagonistas tand efiitivas como esta:

"Mi rollo es la música. La música soy yo tratando de sre yo mismo y llegar más arriba. He estado tan enrolaldo con la música que me derramo con ella. e stodo lo que espero hacer. Nada más. La música es yoga, algo que haces de verdad cuando lo practicas. Pensar en lo que significa viene después y no es demasiado interesante. La verdad es algo con lo que te tropiezas cuando estás yendo a otro lugar, como esos momentos en que estás tocando y toda la habitación se convierte e un solo ser contigo y la gente, momentos preciososo. Pero no puedes buscarlos, ir detrás de ellos, porque nunca pueden repetirse. Estar vivo significa continuar cambiando, nunca estar donde estuviste antes. La música es la experiencia intemporal de cambio constante".

Jerry García


Filosofía de vida, oigan.

Sonando: Rosemary de The Grateful Dead

lunes, julio 04, 2011

Jimbo Mathus, encontrando su voz en el pasado

Jimbo Mathus es más conocido por ser el líder de Squirrel Nut Zippers que por su carrera en solitario. Sin embargo a mí me interesa más esta última. Y es que, aunque tengo algún disco de neo-swing y lo disfruto, no acabo de entrar en ese campo. La South Memphis String Band me atrevo a situarla dentro de la parte de su carrera en solitario. No en vano fue idea suya unirse con Alvin Youngblood Hart y Luther Dickinson. Además tiene claro lo que quiere. La música de raíces es lo suyo y de ahí no hay Dios que lo mueva. Colaborador habitual de Elvis Costello, Buddy Guy o Jim Dickinson, el buen gusto habitual de estos personajes debe significar algo también. Y este disco como aroma a rock americano setentero lo sitúa al lado de los grandes. Con un timbre de voz que recuerda unas veces a Gram Parsons y otras a Elvis Costello, sus críticos dicen que en el disco no hay nada nuevo. Cierto por otro lado. Y sus defensores que es bueno de cojones. También cierto. Leía en otra reseña que Mathus ha encontrado su voz en el pasado y me pareció una definición brillante. En el mismo texto leía que Mathus parece Steve Earle al frente de la Marshall Tucker Band y ya se me antojó definitivo. Y es que ese «Aces And Eights» incluido en este Confederate Buddha, que habla sobre la leyenda de Wild Bill Hicock e tiene el alma robada.

Sonando: Aces And Eights de Jimbo Mathus

viernes, julio 01, 2011

Freddy Fender y Tommy McLain

El 8 de junio salía a la venta el último trabajo de Baldemar Huerta Medina. Disco póstumo, claro, porque para el que no lo sepa estamos hablando de Freddy Fender, miembro, entre otros, de los Texas Tornados y destacado intérprete de Tex-Mex. Nos encontramos ante un recopilatorio que, eso sí, tiene un carácter muy especial porque en él se agrupan todas las canciones que el de San Benito grabó junto a Tommy McLain. Porque lo de esta pareja viene de lejos. McLain fue el escritor uno de los grandes éxitos de la carrera de Fender, «If You Don't Love Me Alone (Leave Me Alone)». Y es que después de formar parte de los Vel-Tones o de los Boogie Kings, Tommy destinó su carrera, básicamente a escribir para otros. Maestro del swamp y el cajun, sus intervenciones puntuales junto a Fender son absolutamente soberbias y la oportunidad de tenerlas juntas, por primera vez, es algo que no podemos pasar por alto. Si «Fannie Mae» no es una de tus canciones del verano, tienes un problema hermano.

(Escrito por un servidor para la web de Ruta 66)

Sonando: Fannie Mae de Freddy Fender & Tommy McLain